viernes, 21 de febrero de 2014

Día 2 de viaje (31 de octubre)



Hoy estábamos en pié a las 8 de la mañana, hora local. Tarde, sí, pero necesitábamos descansar después de tantas horas de vuelos y escalas. Hemos desayunado ligerito, todos cereales y un sandwitch de pollo. El Piti, pobrecito él, a más a más como el chiquillo tenía hambre, se ha comido unos nudles, lo normal. Por algo lo comerá tanta gente aquí. Seguimos como el día anterior, visitando Hanoi. Pero esta vez con las pilas cargadas. Hemos visto la Pagoda, el templo de la literatura y hemos callejeado mirando los interminables puestos callejeros y tiendas que vendían todo tipo de artículos. Aquí las calles se distribuyen por oficios y objetos de venta. La calle de la pintura, la calle de los mecánicos, la calle de las ruedas…

Del lago han salido unas asaltantes que en cuestión de segundos ya tenían a Victor, Pepe, Ruben y Fiti disfrazados de arroceros. Hemos pasado por la calle de las mochilas y después de duras negociaciones hemos comprado 4 mochilas. Fiti se ha quedado sin su bolso. Después lo mejor, Thai Masage para todos. 340.000 Dongs por barba. Como nuevos. Después ha venido lo divertido. Aunque un masaje inútil porque horas más tarde nos hemos metido en un tren borreguero. Cinco tablillas de madera para dormir, y se movía que aquello daba miedo verlo. Suerte que una mujer local nos ha amenizado la noche con unas cervezas. Camino a Lao Cai. Mañana Sapa.






   








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