domingo, 23 de febrero de 2014

Día 4 de viaje (2 de noviembre)

A las 5:30 de la mañana ya estábamos en pie Víctor, Rubén y yo, así que salimos a echar el cigarrito de buenos días y de paso ver amanecer entre las montañas del Fusipan desde el poblado de Lao Chai. La verdad que de lo mejor del viaje hasta el momento. Un cuadro de fondo espectacular. Nos volvimos a la cama y para las 7:30 ya nos levantamos todos. Yo esa mañana me levante con el lumbar muy mal. Seguramente me estaba pasando factura la noche que pasamos en el tren. A las 8:30 nos trajeron el desayuno. Tortitas con miel, plátanos y piña. Buenísimo. Después nos enseñaron como elaboraban el licor de arroz. Dentro de un cobertizo sin salida de humos y con un destilador improvisado con un bidón de gasolina. A las 9 ya comenzamos a caminar con La y una viejecita de unos 70 años que daba miedo verla como subía las pendientes. Ni Salomon, ni Salewa, ni Columbia, donde se pongan un par de botas de lluvia que se quite todo lo demás. La verdad que los paisajes que vimos durante esa mañana eran espectaculares. Por el camino nos encontramos a la tía abuela de La. Se llamaba Mam. Parecía enfadada porque La quería darle dinero. Continuamos andando y de camino Pepe volvió a probar el suelo, y a Rubén un barrizal casi le roba su bota. Llego la hora de comer. La mas buena y espectacular que hemos probado hasta ahora. Una sopa que ni Ferran Adrià. En esa parada Víctor aprovecho para bañarse en el "Mekong", todos eran el Mekong para él, pero en realidad creo que se trataba del Muong Hoa, o eso creí entender. Continuamos con el trekking y llegamos a nuestro destino. Allí nos recogieron en furgoneta y nos llevaron hasta Sapa, y allí otra furgoneta nos estaba esperando para llevarnos a la estación de tren de Lao Cai. Una vez en la estación, a las 18:40, volvimos a coger el borreguero. Parecía el tren de los horrores. En los compartimentos personajes extraños de todo tipo, incluidos nosotros. El lavabo de pena por cierto, ni el Fortasec consigue hacer el efecto que causa el ver ese lavabo. A Hanoi llegamos sobre las 2 de la madrugada. Hotel y a dormir.






 



sábado, 22 de febrero de 2014

Día 3 de viaje (1 de noviembre)

A las 5:35 llegamos a la estación de tren de Lao Cai. Nada mas salir a la calle ya habían decenas de personas ofreciéndose para llevarnos con su furgoneta a Sapa. No nos complicamos y con el primero que nos vino nos fuimos. 15$ los 5. Nos querían cobrar mas del doble. El trayecto hasta Sapa fue de 1 hora aproximadamente y fue una experiencia. Las ruedas de esa furgoneta estaban hechas de un material especial. Baches y mas baches. Llegamos a Sapa y las mujeres de la "tribu" Mong ya estaban encima nuestro para ofrecernos packs de trekking y alojamiento. Al final, después de hablar con Ben (Hotel Mimosa), cogimos un pack hecho a nuestra medida. 2 dias de trekking y alojamiento en casa de una familia de la aldea con todo incluido, menos las bebidas. Víctor a todo esto no paraba de quejarse, el gruñón. Victor, Fiti y yo desayunamos en un buen restaurante unos huevos fritos pan y salsa de tomate con un batido. El mio era Sapa Garden (coco y piña), el de Fiti era Dream Sapa (mango, coco y liche), y el de Victor era Summer night (plátano, piña y fruta de la pasión). Ruben y el Gallu se fueron a desayunar a un sitio que estaba muy escondido detrás del mercado y desayunaron sopa Pho. 

Empezamos el trekking a las 9:30 mas o menos, junto a dos parejas de UK y varias mujeres Mong. Nuestra guía se llamaba La. El primer tramo la verdad que no hay mucho que destacar a excepción de la ostia que se dio una mujer Mong con el niño a la espalda por culpa de Pepe. Quien le mandará a él preguntarle donde estaban los hombres?, a saber. Y la niña Hu, que se paso a nuestro lado prácticamente todo el camino hablando con Pepe. A todo esto Pepe también se dio una buena ostia, "uyuyuyuyuy" eso era lo que decía mientras rodaba por el fango del suelo. A mitad del camino llegamos a un pequeño poblado en el cual las niñas y mujeres te AGOBIABAN para venderte productos elaborados por ellas, aunque alguien nos dijo que estaban hechos en China, no lo sabemos. Agobiante es poco...sus frases eran "happy for you happy for me" y "you bay for me". Eso con toda seguridad es lo peor de Sapa. Salimos de ese poblado con el estomago lleno y la cosa empezó a cambiar. Los paisajes y caminos la verdad que merecen muchísimo la pena. Arrozales y riachuelos. Si digo que las vistas son preciosas me quedo corto. Llegamos al poblado de La -nuestra guía- y nos hospedamos los 5, mas una de las parejas de UK, en casa de una familia. Eran muy amables y atentos. Nos duchamos y nos sentamos a la mesa ya que a las 6 nos dijeron que se cenaba. La mesa totalmente cubierta de platos llenos de comida, y la verdad que todo buenísimo. Arroz, carne de pollo, de cerdo, verduras, tofu, etc. Nos trajeron para que probásemos el licor de arroz. Me gustó. Rubén, pensándose que era agua, le pego un buen sorbo a la botella, descubrió que no lo era. Y después de eso....a las 7 a dormir. Todos. Estábamos muy cansados.








viernes, 21 de febrero de 2014

Día 2 de viaje (31 de octubre)



Hoy estábamos en pié a las 8 de la mañana, hora local. Tarde, sí, pero necesitábamos descansar después de tantas horas de vuelos y escalas. Hemos desayunado ligerito, todos cereales y un sandwitch de pollo. El Piti, pobrecito él, a más a más como el chiquillo tenía hambre, se ha comido unos nudles, lo normal. Por algo lo comerá tanta gente aquí. Seguimos como el día anterior, visitando Hanoi. Pero esta vez con las pilas cargadas. Hemos visto la Pagoda, el templo de la literatura y hemos callejeado mirando los interminables puestos callejeros y tiendas que vendían todo tipo de artículos. Aquí las calles se distribuyen por oficios y objetos de venta. La calle de la pintura, la calle de los mecánicos, la calle de las ruedas…

Del lago han salido unas asaltantes que en cuestión de segundos ya tenían a Victor, Pepe, Ruben y Fiti disfrazados de arroceros. Hemos pasado por la calle de las mochilas y después de duras negociaciones hemos comprado 4 mochilas. Fiti se ha quedado sin su bolso. Después lo mejor, Thai Masage para todos. 340.000 Dongs por barba. Como nuevos. Después ha venido lo divertido. Aunque un masaje inútil porque horas más tarde nos hemos metido en un tren borreguero. Cinco tablillas de madera para dormir, y se movía que aquello daba miedo verlo. Suerte que una mujer local nos ha amenizado la noche con unas cervezas. Camino a Lao Cai. Mañana Sapa.






   








domingo, 16 de febrero de 2014

Día 1 de viaje (30 de octubre)

Aterrizamos en Hanoi a las 14:35 después de hacer una parada no programada en Bangkok. Cambiamos algunos Euros por millones de Dongs. Concretamente el cambio estaba a 28.000 Dongs por Euro. Después cogimos un taxi para que nos llevase al hotel Paradise. Aproximadamente tardamos unos 40 minutos desde el Aeropuerto. De camino nos dimos cuenta del kaos controlado que existe en la ciudad. Coches y sobretodo motos hacia y en todas direcciones. Nuestro taxista decidió en un momento dado saltarse la linea continua que divide ambos carriles en sentido opuesto de la marcha e invadir el carril contrario. El hombre del coche que venía de frente ni se inmutó. En el trayecto vimos desde motos con gallinas, hasta motos con pisos y pisos de cajas llenas de huevos. Ir 3 en la moto aquí es lo mas normal del mundo, sin casco por supuesto. El viaje en taxi nos costo 380.000 Dongs, aproximadamente 14€. Ya en el hotel, y después de que nos intentasen vender todo tipo de tours, nos dieron nuestras habitaciones. Una de 3 y otra de 2. Dejamos las mochilas y salimos a pasear por la ciudad, y de paso fuimos a comprar los billetes que nos permitirían llegar al día siguiente a Lao Cai. Cogimos el de las 21:10. 5 billetes, habitación para 6 en cama dura. Nos costó 4.100.000 Dongs, unos 147€. Lo vimos un poco caro pero no encontramos otras alternativas para llegar a nuestro próximo destino. Sapa. Ahora estábamos en Hanoi. A disfrutar de la noche. Fuimos a cenar a un restaurante típico de de la ciudad en el que había un hombre muy entrañable. Después de cenar y beber unas cuantas Bia Ha-Noi fuimos a ver el lago que hay en la ciudad. Muchísima vida para la hora que era. Gente corriendo, jugando al Dao Cao, bailando...

En fin, Primer impresión de Hanoi muy buena. Si no contamos la suciedad que hay en la ciudad, todo lo que había visto hasta el momento me había resultado impactante. Ahora al hotel que estábamos muy cansados. Había sido un viaje muy largo. Mañana mas.