lunes, 8 de septiembre de 2014

Día 13 de viaje (11 de noviembre)

Después del peor viaje en tren desde que llegamos a Vietnam, por fin llegamos a Ho Chi Minh, la antigua capital del imperio llamada entonces Saigon. Lo mas céntrico era el mercado, así que cogimos un taxi y pusimos rumbo hacia allí. Cuando llegamos lo primero que hicimos fué buscar un hotel. Lo queríamos básicamente para dejar las mochilas y que por la tarde nos dejasen ducharnos allí. Nuestra intención no era quedarnos a dormir. Taquilla mas ducha nos costó 25$ todos. Ya despojados de mochilas volvimos al mercado. Aquello era el caos absoluto, no he visto tanta gente en un mismo sitio en mi vida. Compramos varios regalos para amigos y familiares y salimos de allí corriendo. Nos dirigimos a ver la replica de la catedral de Notredamme. Nada que ver con la de París.  Continuamos andando y llegamos al palacio presidencial. Gran parte de la historia de Vietnam reside entre esos muros. Allí es donde se forjó la reunificación entre la Vietnam del Norte y la del Sur.
Lo que pasó luego fue bastante cómico. Encontramos un club de petanca en el que habían varias personas jugando. Rubén se iluminó y les pregunto si podía jugar unas partidas con ellos. El resultado fue, Vietnam 2 España 0. Catástrofe. Pensamos incluso en no dejarle volver a Barcelona. Después de esto seguimos andando y encontramos un centro comercial. Teníamos hambre así que decidimos parar a comer allí. Nos dividimos, Ruben, Fiti y Pepe sa comer Shushi en un Japo, y Victor y yo a un Tailandés a comer Pad Thai. Ya con el estomago lleno las cosas se veían de otra manera. Tanto que no sabíamos lo que nos esperaba...
Salimos de allí en busca del mercado de Cholon porque a Fiti se le había metido en la cabeza que había que visitarlo. Y después de 24km andando lo encontramos. Creo que no he estado tan cansado en mi vida. No se que había leído ella de ese lugar pero yo solo recuerdo una cosa, su olor a putrefacción. Rios sin agua y llenos de basura y ratas. No hay nada mas que decir. No hay descripción posible. Salimos de aquel estercolero y empezamos a bordear un río de mierda, pero de mierda mierda. Era absolutamente negro. De allí no escapaba ni la luz. Hay que verlo y olerlo para saber a que me refiero.  Así que ya cansados de andar y ver aquello, cogimos un taxi y derechitos al hotel. Ducha y a relajarnos. Después, y de vuelta en la calle, hablamos con un taxista para que nos llevase a Can Tho., Pactamos la tarifa, 2.250.000 Dongs, unos 16€ por cabeza. Quedamos con él para que nos pasase a recoger a las 21:30. Así que fuimos a cenar. Fuimos a una barbacoa al aire libre que la verdad estuvo muy bien. Después volvimos al hotel y allí nos estaba esperando el taxista. Un tío muy majete, aunque daba un poco de miedo a la hora de conducir. Con decir que se dormía y casi cruzamos la mediana de la carretera es suficiente. Por lo demás bien, nos esperaban 170km por caminos de cabras. Por fin llegamos a Can Tho y directos al hotel.










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